La 
habilidad para administrar el tiempo en forma efectiva, es un recurso 
que las empresas consultoras, y las empresas clientes, deben valorar 
 más a sus trabajadores/consultores, ya que está asociado a un mejor 
desempeño y aumento de la productividad y competitividad. 
Las personas que son capaces de manejar con éxito el tiempo de que 
disponen, logran mayores niveles de satisfacción personal y éxito 
profesional. 
 
    
Entre
 las consecuencias de una organización del tiempo deficiente, 
encontramos las manifestaciones de estrés laboral, una de las 
enfermedades más comunes entre los trabajadores. Así mismo se hace 
evidente la carencia de experiencia tanto del consultor, como del líder o
 gerente del proyecto, lo que al final de la jornada nos da como 
resultado falta de productividad e incluso retraso en la planificación 
de las tareas. 
La planificación de actividades, así como las prioridades, son elementos
 preponderantes en el desarrollo de planes de trabajo, recordemos que el
 gerente de proyecto, entre algunas de sus responsabilidades, está el de
 coordinar o dirigir al trabajador (Empleado-Cliente,  Consultor – 
Contratista), pero escapa de sus manos el poder acelerar el rendimiento 
del recurso humano, ya que entre muchos factores esta, su know how, la 
cultura de trabajo en equipo, el manejo de prioridades, etc.
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