Las ventajas competitivas van de la mano de la implementación de un sistema ERP. Existe una diferencia notable e importante entre empresas que gestionan sus actividades a través de un sistema informático y aquellas que no lo hacen.
El contexto empresarial en el que vivimos actualmente, requiere ganar competitividad y eficiencia en cada momento del tiempo, en relación a nuestros competidores. Desde hace varios años, el término Tecnologías de la Información, ha crecido fuertemente dentro de las industrias y se ha notado un cambio de pensamiento en relación a la implementación de sistemas informáticos.
En algunas industrias radicadas fuera de las grandes capitales, no existía años atrás en el pensamiento del empresario la idea de gestionar su producción y procesos a través de un sistema informático. Pero con el pasar de los años ese pensamiento fue cambiando y actualmente, muchos empresarios tienen pensado implementar algún sistema de gestión, algunos otros ya lo han hecho efectivamente o, saben que es necesario hacerlo para ganar eficiencia y productividad, con la consecuente reducción de costos.
De acuerdo a nuestra experiencia en este tipo de ciudades, no son muchas las empresas que poseen algún sistema ERP o de gestión, y estas pocas, en general son empresas medianas y grandes, en donde, desde la dirección de las mismas, han tomado la decisión de crecer y por lo tanto, ganar cuotas de mercado. Para ello, es una condición excluyente, la implementación de algún sistema ERP, sin el cual sería imposible pensar en expandirse ni en ganar nuevos mercados. Esto sucede, por ejemplo, en varias de las compañías situadas en la ciudad de Córdoba en la República Argentina.
La complejización de la organización a medida que se abarcan nuevos mercados, llevaría a la inviabilidad técnica y económica del proyecto, sin la implementación de un sistema ERP. Sin embargo, muchas de las pequeñas empresas no tienen en mente implementar algún sistema ERP, otras no están dispuestas a acceder a los costos de licencias e implementación y otras creen que han alcanzado un techo, el cual no están dispuestos a traspasar y, por lo tanto, piensan que no es necesaria la implementación de esta herramienta.
Con lo cual, la capacidad de respuesta de estas empresas ante incrementos de la demanda (reactivación o nuevos mercados) es imposible, ya que les sería inviable técnica y económicamente, debido a que intentarán gestionar una nueva y más compleja organización con las mismas herramientas rudimentarias y tradicionales del pasado.
Nuestra trayectoria nos dice que no es importante el tamaño de empresa a la hora de implementar un sistema de gestión, ya sea éste de producción, administración, comercial financiero o uno integrado. Lo importante es conocer los beneficios en materia de competitividad y por lo tanto, en eficiencia organizativa, que trae aparejado la implementación de un sistema.
En muchas compañías no se logra implementar óptimamente un sistema ERP o se fracasa, ya que el éxito de la misma depende fundamentalmente de una decisión política dentro de la firma, es decir, la decisión debe venir desde la dirección como política para el crecimiento, y todos los actores involucrados deben estar de acuerdo y convencidos de los beneficios de la implementación.
Por el Área consultoría de QPlus Consultores
17 feb 2010
VENTAJAS COMPETITIVAS Y ERP
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