Optimizar al máximo la gestión de una empresa, esa es la cuestión. Pero, ¿cómo hacerlo a partir de las tecnologías disponibles? Hoy quiénes desarrollan software de gestión ERP - Enterprise Resource Planning – también evaluan los desarrollos en términos de evolución tecnológica. La creciente demanda de soluciones IT que permitan garantizar el manejo integrado de todos los procesos de negocios va de la mano del afianzamiento de las nuevas tecnologías.
En el horizonte de desarrollo de aplicaciones para empresas ha surgido en los últimos años un aliado impensado, y demandante: el desarrollo de tecnología web para uso personal, más conocido como Web 2.0. Redes sociales, sitios de gestión de contenidos, hiperconectividad, ubicuidad completa de información, conocimiento al alcance de la mano. Hasta hace unos años, los usuarios de aplicaciones para empresas se acercaban a “lo último en tecnología” en sus espacios de trabajo. Pero, desde hace ya un tiempo, suelen tener a su disposición mejores herramientas tecnológicas en sus computadoras hogareñas que en los sistemas de gestión de sus empresas. ¿Qué pasó? Internet, la masificación de la conectividad, el modelo de desarrollo web que simplificó el desarrollo y utilización de aplicaciones a través de cualquier computadora conectada a la red.
Es claro que las empresas requieren entornos seguros y de administración centralizada para su información, pero también resulta evidente que existen mecanismos de integración de información y de conectividad que son habituales para el uso personal, que resultan sumamente beneficiosos para la gestión de trabajo de las empresas: es el denominado Web 2.0 para empresas.
Ahora bien, ¿cómo puede un ERP desarrollarse en función de estas posibilidades? En primer lugar, debe ser un ciudadano nativo de la web. Estar desarrollado desde el inicio para “vivir en el universo web”. Eso le permite funcionar armónicamente con otras aplicaciones desarrolladas en el mismo entorno. Integrarse a nivel de servicios, a nivel de interfases, a nivel de procesos. (Por eso, las alternativas de aplicaciones desarrolladas bajo Windows, aunque se usen con el navegador Explorer con componentes adicionales o mediante software de terminales tipo Citrix, no sirven para integrarse a este mundo, si bien pueden accederse desde la web).
En segundo lugar, debe tener una interfaz web nativa, pero a la vez asumir el desafío de que el sistema opere ágilmente, con un cliente rico: en ese sentido el camino ha sido señalado por el conjunto de tecnologías denominadas Ajax, popularizadas por Google a través de Gmail y otros servicios. Es un universo en expansión, que cada vez suma mejores herramientas para lograr los objetivos señalados.
Finalmente, debe asumir funcionalidades tales como integración con otras aplicaciones, y proveer herramientas de gestión de contenidos, de interacción con terceros.
Pero hay más. La posibilidad de usar las aplicaciones ERP a través de la web abren otro escenario: ¿por qué instalar las aplicaciones en servidores propios, si es posible usarlas directamente como un servicio más, como usar una red social, por ejemplo?.
La respuesta a esta pregunta creó el universo de aplicaciones SAAS (Software As A Service, Programas como servicios). Si bien el concepto está formulado desde hace unos años bajo otro rótulo, el de ASP (Application Service Provider), en ese caso se trataba de las viejas aplicaciones cliente-servidor que eran instaladas fuera del ámbito del usuario final. Lo que SAAS agrega es fundamentalmente que las aplicaciones son construidas desde el enfoque de su uso por múltiples organizaciones (concepto denominado en inglés multitenant), lo que hace que sean más eficientes y escalen mucho mejor. Sobre éste paradigma también se desarrolla el concepto de cloud computing, el de la nube de aplicaciones bajo internet, donde una aplicación SaaS vive.
Como complemento de esta forma de uso, también es necesario construir modelos de implementación de tipo Express que aseguran una rápida puesta en marcha. Hoy es posible implementar a partir de modelos express un ERP en tiempos inimaginados hace unos pocos años, y con mejor resultado final.
Los beneficios de usar aplicaciones de este tipo para empresas son múltiples: menor costo, mayor disponibilidad, más seguridad, menos complejidad para administrar, más integración hacia adentro y hacia afuera. Incluso, más confort y accesibilidad para los usuarios, lo que ayuda a integrar a los nuevos ciudadanos nativos de internet, la generación que creció con la red. Y esto aplica a todo tipo de empresas, grandes y pequeñas.
¿Cuál es la tendencia a futuro? El uso de herramientas full Web es un camino inexorable en el mediano plazo, porque además de todos los beneficios descriptos, agrega la posibilidad de desarrollos más ágiles, de implementaciones menos costosas, y de una evolución acelerada por la suma de las partes que en otros escenarios ya no es posible aprovechar.
¿Imagina un futuro en que los ERP no funcionen como cualquier otro servicio web?. Sería lo natural. Y hacia allí vamos.
Por Blas Briceño, presidente de Finnegans, www.finnegans.com.ar